Escuchamos la palabra derrota y nos pueden llegar un sin número de pensamientos a nuestra mente. Recordar alguna experiencia que nos marcó o nos aplastó puede traernos una que otra emoción de desagrado y hasta un dolor de muela. No sé si esto te hará sentir mejor, pero todos nos hemos sentido derrotados en algún momento de nuestra vida. Puedes aceptar tu pesar sin castigarte; poder reconocer una derrota te puede acercar al mayor de los éxitos. Sentir la frustración y entenderte, aceptar lo que es y volverlo a intentar. Y hacerlos las veces que sea necesario; en ocasiones tendremos que retroceder para agarrar impulso. El progreso no es lineal; la resiliencia siempre será nuestro aliado. No tenemos el control de todo lo que nos ocurre, pero sí controlamos nuestras acciones y cómo nos enfrentamos a las situaciones que nos quieren frenar nuestras aspiraciones y metas.
Hábitos que nos pueden ayudar tras una derrota:
En lo emocional:
- Aceptar cómo nos sentimos
- Procesar todas las emociones negativas y no retenerlas
En lo objetivo:
- ¿ Qué aprendí de esto?
- Cosas que voy a mejorar
- Se convierte en condena o se convierte en experiencia
Reconstruirse:
- Autoestima, seguridad ante todo
- Recuerda todo lo que has logrado
- Tendrás más oportunidades
Actuar de forma concreta:
- ¿ Cuáles son tus objetivos ?
- Crea un plan de acción
- Busca apoyo de personas cercanas
Crecimiento:
- Ve la derrota como oportunidad
- Enfoque
Desde adentro:
- Practicar la resiliencia
- Cultiva fortaleza mental
- Se versátil con tu persona